Tipos así en diputados debe haber un numero interesante. Convengamos que no es una cámara que se venga comportando distinto en muchos aspectos, sobre los escándalos, me refiero. Haber pagado a los fondos buitres y haber anulado la ley cerrojo que le permitió a Macri colocar un bodoque en el cuello del pueblo argentino es un ejemplo.

Todavía no fue merito para expulsar a ninguno de ellos (lo debería hacer el pueblo), y no hay un solo arrepentido. Tampoco por haber aceptado y naturalizado la persecución de la actual vicepresidenta.

La sobre-actuación confirma que no se trata de un ambiente donde los intenses del pueblo están por encima de los intereses de las corporaciones, al menos mayoritariamente. ¿Parece descolgado?; pero la perversión de no representar los intereses del pueblo es un síntoma, el más grave, de una serie de comportamientos que después desprenden actitudes individuales.

La hipocresía es un rasgo de la política o del poder en general, está claro, no hay que asustarse por eso, pero esta tan lejos la liberación nacional de nuestra clase política, sobre todo que impulse la delantera en la representación popular, que podemos decir que no es para tanto que la misma sea rebajada por uno de los propios a la altura de lo que se ha observado. No hace más que poner las cosas en su lugar. Esto no es estar en contra de la política sino a favor de ella; única herramienta para accionar en la vida pública.

La situación causa cierta sonrisa con sorna. Hay que imaginarse que se estaba debatiendo sobre la ley que les aplica por única vez un impuesto a los ricos, que deberían pagar regularmente, y hay que imaginarse todavía diputados que se oponen en “nombre del pueblo”.

SI ESO NO ES UN ESCÁNDALO, ¿EL ESCÁNDALO DONDE ESTA? No se trata de defender a un estúpido, sino de poner en evidencia al resto que se cree que nosotros somos los estúpidos.