Internacional | 11 ago 2024
La guerra como salida capitalista
La "disuasión extendida" lleva a Japón hacia el rumbo equivocado
El gran problema actual del planeta tierra es que el imperio más poderoso de toda la historia de la humanidad, no encuentra otra salida para mantener esa condición predomínante frente al desafío de la multipolaridad, que la vuelta a un nuevo tipo de guerra fría. Los acuerdos de EEUU con Japón en el campo de la seguridad nacional de la isla, son parte de una estrategia militar del imperio, que pretenden un cerco nuclear sobre el gigante asiático.
Durante la reciente reunión de formato 2+2 en la que participaron los ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa de Japón y Estados Unidos, así como en la cumbre ministerial sobre la "disuasión extendida" y en otros encuentros, una serie de acciones del Gobierno japonés han alertado a los países de la región. Además, numerosos japoneses han protestado al considerar que su gobierno está agravando la situación y está yendo cada vez más lejos en el camino equivocado hacia una guerra.
Uno de los aspectos más controvertidos de las recientes iniciativas de Japón es el reforzamiento de la "disuasión extendida" con Estados Unidos. Este concepto se refiere al compromiso de Washington de proteger a sus aliados mediante el uso de la fuerza militar, incluidas las armas nucleares. En la reciente reunión ministerial sobre la "disuasión extendida", Japón y Estados Unidos reafirmaron la importancia del "paraguas nuclear" estadounidense. Sin embargo, esta medida ha sido criticada por otros países, que consideran que viola las obligaciones de Japón como Estado no poseedor de armas nucleares, según el Tratado de No Proliferación Nuclear. Además, se teme que esta decisión aumente el riesgo de proliferación nuclear y de conflictos nucleares en la región, exacerbando las tensiones existentes.
Resulta irónico que Japón, un país que históricamente se ha presentado como "víctima de ataques nucleares" y defensor de un "mundo libre de armas nucleares", ahora esté aumentando su dependencia del amparo nuclear de Estados Unidos, lo que constituye una clara contradicción entre sus palabras y acciones. Analistas señalan que, para Estados Unidos, la "disuasión extendida" no es más que un medio para reforzar su hegemonía militar global y aumentar su capacidad de negociación ante sus rivales, incrementando considerablemente el riesgo de que Japón se vea envuelto en un conflicto bélico, e incluso en una guerra nuclear. En otras palabras, el "paraguas nuclear" estadounidense podría traer más peligro que seguridad a la nación asiática.
Bajo la iniciativa de Tokio, Japón y Estados Unidos también acordaron, durante dicha reunión, profundizar su alianza militar. Esto incluye la reestructuración de las Fuerzas Estadounidenses en Japón (USFJ) y la creación de un “Mando de Fuerzas Conjuntas” y de un "Comando de Operaciones Conjuntas" por parte de las Fuerzas de Autodefensa de Japón antes de la primavera de 2025. Este órgano unificará el mando de las tropas japonesas de tierra, navales y aéreas. Estas acciones indican que Japón busca aprovechar al máximo el poder militar estadounidense para mejorar su posición en materia de seguridad en la región y en el mundo, lo que evidencia su ambición de expansión militar.
Cabe destacar que, mientras persista la alianza Japón-Estados Unidos, perdurará una mentalidad de Guerra Fría en estos dos países, que critican a China por "una rápida y constante expansión de su arsenal nuclear", en un intento de desviar la atención y ocultar el impacto negativo que esta alianza tiene en la seguridad internacional. Sin embargo, es bien sabido por todos que China ha mantenido durante mucho tiempo una política de no ser el primero en utilizar armas nucleares, adhiriéndose a una estrategia de autodefensa y disuasión, sin involucrarse en una carrera armamentista. Por otra parte, Japón, ha violado repetidamente las restricciones establecidas en su "Constitución de Paz" de posguerra, con el fin de desregularizar su capacidad militar apoyándose en Estados Unidos, repitiendo los errores del militarismo. Este retroceso histórico no solo traiciona la causa de la paz, sino que también ignora las lecciones del pasado.
El artículo 9 de la "Constitución de Paz" de Japón establece claramente el camino que el país debería seguir: renunciar al derecho a la guerra y promover un desarrollo pacífico. Como nación derrotada en la Segunda Guerra Mundial, Japón debería reflexionar profundamente sobre las lecciones de la historia, abstenerse de buscar armas nucleares en cualquier forma, y evitar el error de fortalecer su ejército y expandir su arsenal. De lo contrario, volverá a poner en riesgo el destino del país.
Nota de CGTN