Bajo la imagen grotesca y supuestamente disruptiva de Javier Milei, el plan de la embajada de EE.UU y sus acólitos locales, avanza a paso redoblado.

Se trata del plan abiertamente expresado por el embajador norteamericano Marc Stanley en la reunión de Buenos Aires del Concilio de las Américas, en Agosto de 2023, que consiste en el apoderamiento descarado de los infinitos recursos naturales de nuestro país, apetecidos por las grandes potencias. Hablamos de agua, litio, oro, cobre, gas, petróleo, proteínas y hasta territorio.

Su modo es la profundización e institucionalización del modelo extractivista, agro-minero exportador y ultra financiarizado para la Argentina. El costo es la sumisión de la nación al estatus colonial y el consiguiente empobrecimiento extremo del grueso de su población, de la mano de la desindustrialización y aniquilamiento de la ciencia y tecnología y sus desarrollos y capacidades.

El principal insumo con que cuenta ese plan es el cipayismo de dirigentes locales, sin cuyo concurso y silencio, no podría prosperar. Como parte del mismo, el endeudamiento externo exacerbado e irregular, es el medio alternativo a la acción bélica directa para recolonizar países.

En tal sentido advertimos: que no se utilicen acciones bélicas directas, y aunque no se esté viendo, en Argentina hoy la presencia de fuerzas armadas de la OTAN, bajo la dirección operativa del Comando Sur de los EEUU, es creciente.

Como muestra basten tres botones:

        1) La intervención directa, bajo excusa de colaboración técnica, del cuerpo de ingenieros del ejército de EEUU en el Río Paraná, previo apostarse en territorio paraguayo y, a partir del 30 de noviembre de 2023, sobre el tramo argentino, cuando el expresidente Alberto Fernández y José Beni, a cargo de la Administración General de Puertos (AGP), firmaron un acta acuerdo de  colaboración, convalidada por Milei el 5 de enero de 2024. Hoy el Río Paraná, por donde circulan el 80% de las exportaciones e importaciones argentinas, está bajo el arbitrio de integrantes de fuerzas armadas extranjeras, sin contar con permiso del Congreso, y casi sin trascendencia pública. La opacidad y escasez de información oficial frente a los requerimientos del caso, es impúdica.

        2) La "Base naval integrada de Ushuaia", impulsada en 2022 como proyecto que integraba fuerzas armadas con científicos y técnicos argentinos “con el objetivo de potenciar militar y económicamente a la isla”, fue modificada en su carácter en el marco de una apresurada visita de Milei y bajo la sombra de la bandera de las barras y las estrellas, que ondeó ilegalmente por sobre nuestro pabellón patrio, en el mástil de la base, ante la generala Richardson y el embajador Stanley. Allí el presidente cipayo se refirió a la “integración”, pero con norteamericanos, y a la reconversión de esa base como una base compartida con ese país extranjero. Cabe destacar que la Isla de Ushuaia constituye el último enclave nacional en camino a nuestras Malvinas, y de ella depende el control del canal de Beagle. A las graves implicancias de dicha presencia extranjera, en cuanto a saqueo de recursos naturales, se suman serias cuestiones de carácter estratégico geopolítico:

-Que la Argentina pasa a ser parte de la única hipótesis bélica de fondo que EE.UU. tiene, en cuanto una posible confrontación con su gran competidor, la RP China. Dada, además la declarada ineficacia actual del Canal de Panamá, nuestro paso bioceánico deviene pieza clave de esa hipótesis, por cierto, totalmente ajena al interés nacional. -Que Argentina permita mejorar el posicionamiento norteamericano con vistas a la renegociación del Tratado Antártico del año 2048, concediendo nuestro propio desplazamiento.

3) La pretensión del gobierno de Milei del ingreso de 2000 Marines norteamericanos a Tierra del Fuego para el ejercicio militar “Vinciguerra”, proyecto sobre el que el gobierno se negó a brindar aclaraciones ante la solicitud de Senadoras de la Nación, quienes denuncian haber sido presionadas con decenas de llamadas intimidatorias para obtener su aprobación (en trámite).

Sin contar otros en curso, los mencionados asentamientos militares extranjeros hacen blanco en el centro de nuestra soberanía. Representan el control de nuestro comercio exterior y del paso estratégico hacia la porción de territorio nacional ocupado por Inglaterra, tradicional aliada de EEUU, principal fuerza militar de la OTAN.

        ANTE TAMAÑA ENTREGA DE SOBERANÍA, EL MOVIMENTO FEDERAL POR LA SOBERANÍA NACIONAL INSTA A:

        -Reclamar al Congreso Nacional la inmediata expulsión de fuerzas armadas extranjeras que de modo explícito o encubierto ingresan al territorio nacional

        -Requerir la sanción de una ley que prohíba la renovación de la concesión del dragado y balizamiento del Río Paraná, asignando dichas tareas y la totalidad de su gestión a la AGP en conjunto con las provincias ribereñas.

        -Instar a los Congresos provinciales a la no renovación de las concesiones vencidas o por vencer, de los puertos de sus territorios fluviales y marítimos.

        -Solicitar al gobierno de la Provincia de Buenos Aires, la puesta en marcha del Canal Magdalena, para retomar soberanía en Río Paraná y Cuenca del Plata al reconectar nuestra principal vía fluvial con la marítima, hoy desconectadas.

        -Requerir al Congreso Nacional la sustanciación del juicio político para destituir por mal desempeño al Presidente y a la Vicepresidenta de la Nación, toda vez que su continuidad supone la profundización de la colonización en curso, y del brutal ataque a las condiciones de vida de la población.

        -Instar a partidos políticos, movimientos sociales y empresarios, a la movilización en defensa de la Patria y del pueblo; y, a la CGT y organizaciones gremiales, a la convocatoria a paro general hasta lograr, por las vías constitucionales, que asuma la conducción del país un gobierno que restaure la plena soberanía, defienda los recursos y la vida digna de nuestro pueblo.

        -Convocar a las Fuerzas Armadas a que, según su mejor tradición histórica, abracen las banderas de una patria plenamente soberana en cuyo seno se despliegue una democracia sana y participativa, y respalden al pueblo argentino en esta grave emergencia nacional.

MOVIMENTO FEDERAL POR LA SOBERANÍA NACIONAL