

Cristina y Néstor seguirán siempre arriba, en el reconocimiento de la militancia y del pueblo, pero está claro que ese lugar que seguramente ocupará Cristina en el PJ no es para ordenar, salvo que se entienda por la palabra ordenar, en el sentido castrense de subordinar. Las señales fueron claras en los últimos actos de Cristina, el lugar de Kicillof estaba abajo del escenario, como un espectador mas y, los desplantes de la Campora al gobernador fueron varios, algunos incluso rozaron con el ridículo. Ninguno de los ministros que son integrantes de la Campora concurren a los actos donde el único orador es Kicillof, salvo cuando se trata de actos propios de la cartera que conducen, eso es decisión política y algunos otros en los actos de la Campora se dan el gusto de cantar en su contra, eso es algo del folclore político.
Hace tiempo que al gobernador evidentemente al ver que estaba sostenido únicamente por su gestión, no le quedo otra opción que comenzar a conformar fuerza propia, no solo por esa frase que suena lindo, pero pocos la creen, que es lo que propuso Cristina pero mucho antes Perón, de que cada peronista debía tomar el bastón de mariscal, sino porque cualquier cargo importante no puede ser sostenido, por ejemplo el de presidente, para ser gerenciado sino fundamentalmente para gobernar. Está claro que quien gobierna necesita desplegar fuerza propia y no gerenciar en nombre de accionistas y directores. Si uno ha leído algunos operadores importantes de Cristina, estos dicen que está bien ayudar a encumbrar al gobernador en los más altos cargos de la nación, pero como condición debería desprenderse de todo lo que lo rodea.- ¿ Y que es todo lo que lo rodea?- . La fuerza, no tan fuerte todavía, pero es el atisbo de fuerza propia. Recodemos para ver qué estrategia no explicitada se desplegaron estos tiempos donde se clausuro el debate (que puedo haber estado acertado, no es el punto) y donde todos los elegidos hablaban en nombre de un poder concedido que alumbraba los caminos a seguir; primero le toco a Daniel Scioli , actual integrante del gobierno de Milei, candidato a presidente a quien se lo acompaño tibiamente hasta la puerta del cementerio; luego se ungió a Alberto Fernández hasta que se acepto entregarle el co-gobierno a Sergio Massa, cuando parecía que la salida de Alberto Fernández era por la ventana, para luego y finalmente darle la posibilidad de ser el candidato a presidente. En definitiva todos ellos (Scioli- Fernandez-Massa) fueron dadores de gobernabilidad de los gobiernos del PRO y Milei, gobiernos opositores que cuando están en el poder como ahora no presentan la misma reciprocidad, y no solo eso usan el garrote y la billetera mejor que el peronismo.
En su momento había un sector importante que apoyaba a Cristina que pensaba que era mejor perder con ella que ganar con Alberto Fernández, contrariando el slogan instalado por el segundo que decía: "Con Cristina no alcanza, pero sin ella no se puede". Con el diario del lunes todos creemos predecir un futuro imposible de alcanzar porque ya es parte del pasado, pero no solo sirve sostener la cuota de poder a como dé lugar jugando al maquiavélico, sino también hay que tener una línea de coherencia, para poder construir conciencia y con ella otro pueblo que esté en condiciones de bancar más poder, pero en este caso poder popular.
El acto de la Campora en Estadio Atenas de La Plata, fue la primer escaramuza, que no fue aceptada como positiva ni por propios ni por ajenos, parte de una estrategia , que da la sensación que se cambio después y obligo a exponer a Cristina a esta jugada que es táctica, como se ve en las declaraciones ultimas de la ex -presidenta, que no es ideológica porque pierde de vista la centralidad de un enemigo que posee una capacidad destructora de todo lo que queda aun del Estado de Bienestar, que hizo grande al peronismo, a lo que se debe agregar sufrimiento que produce en la población una política planificada de hambre y muerte para pagar deuda y entregar el patrimonio nacional.
Por lo que se puede concluir el gobernador no quiere ser parte del operativo clamor a la Campora, pero como se vio en el acto del 17 de octubre en Berisso, por el día de la Lealtad, hay un reconocimiento a Cristina y a sus gobiernos, hay una apoyo a ella, pero parece no ser explicito porque no se apoya su método, ni el camino elegido. Tampoco creemos que Kicillof no sepa que decir Quintela es decir Yoma, un neoliberal menemista y cuyo comportamiento es diametralmente opuesto respecto a los trabajadores al se está teniendo en la Pcia de Bs As. De hecho Quintela a retenido el aporte sindical del gremio de maestros generando una desfinanciación del mismo en una clara acción antiobrera, producto del conflicto salarial existente.
El gobernador está en un punto de bifurcación y con la experiencia adquirida en el poder suponemos debe tener mediana noción de las opciones que se le presentan. No se puede llevar como chicharra del ala a quien se pretenda en el máximo cargo ejecutivo del país, luego de la catástrofe que dejará el gobierno de la dependencia y la entrega de Milei o aun sin esta circunstancia. Quien le toque ese papel puede ser eyectado por la crisis actual y además recurrente propia de los capitalismos periféricos, como lo demuestra un 2001 no tan lejano.
El gobierno de López Obrador hoy es un faro para mirar, aunque México no sea Suiza. Todo indica que la democracia condicionada que legamos de la dictadura de 1976 esta eclosionado, con lo que parece una demolición del Estado de Bienestar, y con lo que fuera el peronismos de 1945, con su abortada constitución de 1949. El país de esa constitución nunca fue alcanzado, de esa constitución se proyectaba el país que deberíamos ser hoy, y este peronismo se parece en parte cada vez más a lo que está quedando del radicalismo de posdictadura, tipos que son votados por el pueblo pero nacen hegemonizados por los grupos económicos y plantados por fuera de la ideología del Estado –Nación, que requiere no solo de una identidad fuerte sino de una fuerte conciencia soberana para reconstruir un pueblo cada vez más tomado por la globalización y cada vez mas conducido por herramientas ideológicas supranacionales.
Se inicia un nuevo proceso en nuestro país, una larga y dificultosa marcha para construir otro pueblo que pueda romper o atenuar aceptablemente los lazos de dependencia, tan indisolubles a un capitalismo global que nos condena al papel de meros proveedores de materia primas y a una economía financiarizada que nos somete a los designios de una deuda impagable. El triunfo del enemigo no radica tanto en el despojo a que nos somete como a la aceptación y la naturalización del mismo.
Milco