22/07/2025 - Edición Nº1785

Trabajadores | 14 may 2025

Historia de luchas

Abogados defensores de presos políticos en los años 70

Sentido recuerdo y un homenaje justo para personas integras , que entregaron sus vidas concientes de los peligros a los que estaban sometidos, en pos de sus convicciones por la felicidad del Pueblo en una Argentina para todos.


Por Marcelo Duhalde

Mario y Roberto

En este 11 de mayo que acaba de pasar se cumplieron 49 años del secuestro y asesinato de dos emblemáticos militantes.

Mario Hernández y Roberto Sinigaglia dos seres maravillosos, abogados, intelectuales de categoría, docentes universitarios, periodistas, dos militantes de lujo, dos amigos entrañables.

Ambos formaban parte del extraordinario equipo de abogados militantes que conducían Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Luis Duhalde, desde finales de los años 60. Este grupo tenían a su cargo 80 %  de las defensas de los presos políticos, estudiantiles y gremiales. Creadores de novedosas prácticas profesionales político-jurídicas para las defensas de los luchadores populares. Abogados que se jugaron la vida siempre con convicción por el papel fundamental que representaban.

Momentos difíciles, especialmente cuando intentaron evitar las represalias por la fuga de Rawson, que termino en la Masacre de Trelew del 22 de agosto de 1972.

Roberto, perteneció a los grupos que apoyaron a Juan José Valle en 1956, había sido, también, constituyente en Santa Fé en el año 1962, hasta que se retiró de esa Asamblea cuando un golpe militar derrocó a Arturo Frondizi. Mi hermano Eduardo Luis Duhalde decía de Sinigaglia “tenía la escuela del antihéroe aprendida en su permanencia al lado de John William Cooke. La muerte de éste y la del Che –por la muerte de ambos no se realizó el inminente encuentro en Bolivia con el Comandante Guevara- le habían dejado una suerte de esplín alimentado de nostalgias, que le acompañó en los últimos años. Era un tierno a flor de piel, pero con la pétrea firmeza de su vida. Militante de la Resistencia Peronista, fundador de las primeras corrientes del Peronismo Revolucionario, ex preso CONINTES, abogado de raza pero que sólo ejerció en pleno su profesión como defensor de presos políticos, Roberto era un político florentino, en el mejor sentido del término, poco afecto a la exposición mediática. De una valentía sin estridencias. También vivió con parecido recato su vastísima cultura, su genio intelectual, la docencia y sus colaboraciones periodísticas de muy buena pluma”.

Mario Hernández, ex alumno del Liceo Militar General San Martín recibió su diploma de subteniente del propio Pedro Eugenio Aramburu en 1955. Esto no fue óbice para que milite inmediatamente en el Peronismo Revolucionario y puedan ser frecuentes sus cambios de opiniones con Rodolfo Puiggrós, Arturo Jauretche, José María Rosa, Abelardo Ramos, y Fermín Chávez. A principio del año 1970 comparte con Ortega Peña y Duhalde, entre otros, la defensa de los Montoneros que secuestraron a Aramburu, tomando él la causa de Carlos Maguid.

Es, a partir de 1970, cofundador –junto a Eduardo Luis Duhalde, Rodolfo Ortega Peña y Roberto Sinigaglia, Mario Landaburu, Carlos González Gartland, Alicia Pierini, Pedro Galín, Rodolfo Matarrollo, Martha Fernández Miguel Radrizzani Goñi, Carlos Zelaya Más, Mario Yacub, varios y varias más- de la Asociación Gremial de Abogados y de la Agrupación de Abogados Peronistas de la Capital Federal. Ejerció igualmente como asesor legal de la Regional de la Juventud Peronista que comandaba el Canca Gullo. Fue el primer director de la Revista Descamisados, a la vez que colaboraba con las revistas “Militancia”, “Mundo Nacionalista” y “Aquí y Ahora”.

Cuando en 1975 con Eduardo Luis Duhalde, Haroldo Logiurato, Liliana Galletti, Carlos Maria Duhalde, Ignacio Iconicoff y otros compañeros y compañeras, fundamos el Partido Revolucionario de los Obreros Argentinos (PROA), se incorporó Mario asumiendo, un roll protagónico en el mismo.

El secuestro

El 11 de mayo de 1976, a primera hora de la mañana es secuestrado Hernández por un comando del Ejército, cuando salía de su casa de Beccar, en la provincia de Buenos Aires. Esto se produce porque el día anterior un represor civil, ministro del gobierno de Ibérico Saint-Jean y ex miembro del tribunal un especial llamado “El Camarón”, Jaime Smart, lo había visto entrar a esa casa con su esposa y los hijos pequeños. Este esbirro de la dictadura habría dado las instrucciones precisas para que un comando militar lo emboscara, lo raptara y lo hiciera desaparecer. 

Los propios torturadores resaltaron el coraje e hidalguía de Mario, parecía que el interrogador era él, dijeron. Se supo en 2023, por los testimonios en el juicio por su asesinato que Mario Angel Hernández fue brutalmente torturado en Campo de Mayo y posteriormente fue arrojado con vida desde un avión al Río de la Plata.

En el momento de su secuestro, Hernández, era el responsable de viviendas e infraestructura del Partido PROA, y lo mismo de la incipiente Comisión Argentina de Derechos Humanos (CADHU), mantuvo su dignidad siempre, y no pudieron obtener de él ninguna información.

 

Pocas horas después

Ese 11 de mayo,  sobre el medio día, Sinigaglia, sin conocer la situación, llega al estudio que compartía con Mario y otros compañeros. Parecer que en la brutal requisa hecha en la casa de Beccar había algún dato que les posibilito llegar a ese domicilio laboral.

De Roberto tampoco obtuvieron ninguna información y me consta personalmente. Unas semanas antes de su secuestro, con la seriedad que lo caracterizaba a este exquisito compañero, le informo a Eduardo Luis, como jefe del grupo al que pertenecíamos, que por una casualidad había conocido mi domicilio particular, para que yo lo supiera porque era rigurosamente mantenido en secreto por razones obvias de seguridad.

Pero ni mi casa, ni ninguna otra del grupo, ni ningún militante tuvo problemas por las caídas de Mario y Roberto.

A 49 años quiero rendir mi más profundo homenaje a estos dos seres maravillosos, como ya dije, que entregaron sus vidas concientes de los peligros a los que estaban sometidos, en pos de sus convicciones por la felicidad del Pueblo en una Argentina para todos.

En la foto que acompaña esta nota están de derecha a izquierda Mario Hernández, Roberto Sinigaglia, Eduardo Luis Duhalde y Rodolfo Ortega Peña. Es en la conferencia de prensa en la que denuncian la desaparición de Juan Pablo Maestre y Mirtha Misetich, ambos miembros de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) en el año 1971.

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