Economía y Política | 3 oct 2020
Retenciones
El Ministro de economía Martín Guzmán y la novia Grobocopatel
El Ministro sabía lo que decía y además sabía lo que ocultaba, y la novia de Grobocopatel no preguntaba correctamente, ya sea porque tocaba de oído, o simplemente porque encubría el nombre de los socios de su pareja, que hacen su pingüe negocio especulativo. El Ministro repitió y puso énfasis, sosteniendo que los insumos para el Agro se importaban al valor del dólar oficial. Una verdad de Perogrullo.
Lo mismo le hacían creer al público en la poca de Cristina, cuando el dólar oficial cotizaba nueve pesos y sostenían que valía quince. No hay importador que compre insumos al dólar ilegal pudiendo pagar al dólar oficial, pero además es imposible hacerlo en la práctica. En la época de Cristina recuerdo que traíamos equipos a nueve pesos el dólar, equipos de Holanda, Rep. Checa, Italia, China, que no se fabricaban en el país, donde todavía estaba fuerte el compre argentino. Traigo a colación esta anécdota por lo absurdo de la creación de la realidad; compañeros de trabajo que veían lo mismo, repetían exactamente lo que decían los medios de comunicación, contrariando la evidencia que estaban frente a sus ojos.
Al fin y al cabo para al final del 2015 el que después fue el ministro devaluador, el nefasto de Prat Gay, repetía lo mismo, ¿entonces porque no creerle?. El administrador de la fortuna de Fortabat afirmaba que el dólar estaba trasladado a quince pesos en la economía real. Al asumir llevo el dólar oficial a quince pesos y produjo inmediatamente un traslado a los precios de los alimentos, con el objetivo de licuar los salarios. No hay mejor incentivo empresarial que aplastar los salarios. La abuelita al final siempre resulta ser un lobo feroz.
Ahora hay que pensar que es muy probable que el chacarero, quien se dedica a la siembra, este pagando en pesos los insumos importados al precio del dólar ilegal. Son los pulpos los que venden el paquete tecnológico e importan los insumos. Los importadores lo comprar a precio de dólar oficial y lo vende en pesos a precio de dólar ilegal. Y además no hay que ser muy jodido y pensar como importador, que si se produce una devaluación en el tránsito de la operación, pierda no solo la suculenta ganancia, sino también le imposibilite reponer parte del costo de la compra. Hay una dinámica inflacionaria ya instalada en las prácticas sociales.
Por la razón anterior es muy difícil creer que el gobierno acierta con las medidas económicas anunciadas recientemente. Las medidas no deben ser para incentivar, de tal manera que signifique más dinero para los que más tienen, sino deben ser contrarias, aplicándole más impuestas.
Las soluciones para la economía argentina lamentablemente no pasan en esta etapa crítica por el Ministerio de Economía, ni se pueden encontrar en los manuales académicos. La puja distributiva solo puede restablecer el equilibro de las asimetrías de la economía real, que son históricas, están solidificadas y que retoman el ciclo de ajuste perpetuo vía inflación, recuperando los ingresos para el Estado que se acumulan en los monopolios. Esto tiene una sola manera, restringiendo sus márgenes de ganancias. Incluso el incentivo a las empresas no tiene la ventaja que si puede tener medidas que traccionen la demanda. No es lo mismo poner un subsidio en boca del pozo de gas que ponerlo en el bolsillo del laburante. En el primer caso se pierde el efecto multiplicador del dinero; que indica que poner el peso en la base de la población, genera en su recorrido cuatro pesos en la punta de la pirámide. Además hay alguna regla de hierro en una economía financiarizada global que nos señala que todos los negocios económicos son financieros, y que no pasan más por la economía llamada real. Entonces le van a comer la torta al Presidente antes que se dé por enterado, entre los dos o tres vivos que son con quienes consensuaron el plan económico. Las medidas parecen más creencias teóricas que realismo, propio de muchos de los Ministros y asesores, que no solo vienen de la academia, sino también del mundo empresarial. Nada es malo hasta ahí, la cuestión es que el capitalismo es virtuosismo solo para el capitalista.
Recordamos las reiteradas e insistentes formas para generar puestos de trabajo por parte del establishment que pasaban por la flexibilización las condiciones laborales. Era su manera de incentivar empresarial, según su saber y entender. Una rara forma para un país donde se aplicaron durante cuatro años las políticas que ellos querían y a la medida a su palar, que empobrecía a la población y al país, y del que pretendían obtener mayor provecho precarizando aun más el trabajo. Mientras transferían recursos a los monopolios energéticos y quitaban poder de consumo pretendían por otro lado crear fuentes de trabajo. No solo no tenía lógica fundada en la razón, sino que ocultaba la estafa que se consumaba.
No pasa por darle más comida al chancho que esta por reventar de gordo. Si el gobierno prende dólares genuinos, se debe preguntar el porqué de su escasez, cuando nos acaban de endeudar en 100 Mil millones de dólares. Lo primero que tiene que hacer es un NUNCA MAS A LA DEUDA EXTERNA. Es muy reciente la espoliación que se dio durante cuatro años en tranza con el sistema financiero internacional, con el FMI y en línea con la geopolítica de EEUU. Lo primero que hicieron fue anular la ley cerrojo y ahora; ¿vamos a incentivar a los mismos vivos que hicieron la bicicleta y transfirieron sus activos al exterior? No. Se trata de puja distributiva y no se resuelve en el campo de la economía, no estamos en el primer mundo, se resuelve en el campo de la lucha política. Se necesita entonces creer menos en las instituciones y más en el poder popular.