miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº1331

Economía y Política | 3 oct 2020

Retenciones

El Ministro de economía Martín Guzmán y la novia Grobocopatel

El Ministro sabía lo que decía y además sabía lo que ocultaba, y la novia de Grobocopatel  no preguntaba correctamente, ya sea porque tocaba de oído,  o simplemente  porque encubría el nombre de  los socios de su pareja, que hacen su pingüe negocio especulativo.  El Ministro repitió y puso énfasis, sosteniendo  que los insumos  para el Agro se importaban al valor del dólar oficial. Una verdad de Perogrullo.   


Lo   mismo le hacían creer  al público en la poca de Cristina,  cuando el dólar oficial cotizaba   nueve pesos y  sostenían  que valía quince. No hay importador que compre insumos al dólar ilegal pudiendo pagar al dólar oficial, pero además es imposible hacerlo en la práctica. En la época de Cristina recuerdo  que traíamos equipos a nueve pesos el dólar, equipos de Holanda, Rep. Checa, Italia, China, que no se fabricaban en el país,  donde todavía estaba fuerte el compre argentino. Traigo a colación esta anécdota por lo absurdo de la creación de la realidad; compañeros de trabajo que veían lo mismo, repetían exactamente lo que decían los medios de comunicación, contrariando  la evidencia que estaban frente a sus ojos.

Al fin y al cabo para al final del 2015 el que después fue el ministro devaluador, el nefasto de Prat Gay, repetía lo mismo, ¿entonces porque no creerle?. El administrador de la fortuna de Fortabat  afirmaba  que el dólar estaba  trasladado a quince pesos  en la economía real.  Al asumir llevo el dólar oficial a quince pesos y  produjo inmediatamente un traslado a los precios de  los alimentos, con el objetivo de licuar los salarios. No hay mejor incentivo empresarial que aplastar los salarios. La abuelita al final siempre resulta ser un lobo feroz.

 Ahora hay que pensar que es muy probable que el chacarero, quien se dedica a la  siembra,  este pagando en pesos los insumos importados al precio del dólar ilegal. Son los pulpos los que venden el paquete tecnológico e importan los insumos. Los importadores lo comprar a precio de dólar oficial y lo vende en pesos a precio de dólar ilegal.  Y además no hay que ser muy jodido y pensar como importador,  que si se produce una devaluación en el tránsito de la operación, pierda no solo  la suculenta ganancia, sino también le imposibilite reponer parte del costo de la compra. Hay una dinámica inflacionaria ya instalada en las prácticas sociales. 

Por la razón anterior es muy difícil creer que el gobierno acierta con las medidas económicas anunciadas  recientemente. Las medidas no deben ser para  incentivar, de tal manera que signifique más dinero  para los que más tienen,  sino  deben ser contrarias, aplicándole más impuestas.

Las soluciones para la economía argentina lamentablemente  no  pasan  en esta etapa crítica por el  Ministerio de Economía, ni se pueden encontrar en los manuales académicos. La puja distributiva solo puede restablecer el equilibro de las asimetrías de la economía real, que son históricas, están solidificadas y  que retoman el ciclo de ajuste perpetuo vía inflación, recuperando los ingresos para el Estado que se acumulan en los monopolios. Esto tiene una sola manera, restringiendo sus márgenes de ganancias.  Incluso el incentivo a las empresas  no tiene la ventaja que si puede tener medidas que traccionen  la demanda.  No es lo mismo poner un subsidio  en boca del pozo de gas que ponerlo en el bolsillo del laburante.  En el primer caso se pierde el efecto multiplicador del dinero; que  indica que poner el peso en la base de la población, genera en su recorrido  cuatro pesos en la punta de la pirámide.  Además hay alguna regla de hierro en una economía financiarizada global que nos señala que todos los negocios económicos son financieros, y que no pasan más por la economía llamada real. Entonces le van a comer la torta al Presidente antes que se dé por enterado, entre los  dos o tres vivos que son con quienes  consensuaron el plan económico.  Las medidas parecen más creencias teóricas que realismo, propio de muchos de los Ministros y asesores, que no solo vienen de la academia, sino  también del mundo empresarial. Nada es malo hasta ahí, la cuestión es que el  capitalismo es virtuosismo solo para el capitalista.

 Recordamos las  reiteradas e insistentes formas para generar puestos de trabajo por parte del  establishment  que pasaban por la flexibilización  las condiciones laborales. Era su manera de incentivar empresarial, según su saber y entender.  Una rara forma  para un país donde se aplicaron durante cuatro años las políticas que ellos querían y a la medida  a su palar, que empobrecía a la población  y al país, y del que pretendían obtener mayor provecho precarizando  aun más el trabajo. Mientras  transferían recursos a los monopolios energéticos y  quitaban poder de consumo pretendían por otro lado crear  fuentes de trabajo.  No solo no tenía lógica fundada en la razón, sino que ocultaba la estafa que se consumaba.

No pasa por darle más comida al chancho que  esta por reventar de gordo.  Si el gobierno  prende  dólares genuinos, se debe preguntar  el porqué de su escasez, cuando nos  acaban de endeudar en 100 Mil millones  de dólares. Lo  primero que tiene que hacer es un NUNCA MAS A LA DEUDA EXTERNA. Es muy reciente la espoliación que se dio  durante   cuatro  años en tranza  con el sistema financiero internacional,  con  el FMI  y en línea con la geopolítica de EEUU. Lo primero que hicieron fue anular la ley cerrojo y ahora; ¿vamos a incentivar a los mismos vivos que hicieron la bicicleta y transfirieron sus activos al exterior? No. Se trata de  puja distributiva y no se resuelve en el campo de la economía, no estamos en el primer mundo, se resuelve en el campo de la lucha política. Se necesita entonces  creer menos en las instituciones y más en el poder popular.

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